Sostenibilidad también es…
redefinamos la prosperidad

¿Respetamos las horas de sueño recomendables al día? ¿Cuánto tiempo le dedicamos a nuestros seres queridos? ¿Cómo conciliamos nuestra vida personal y laboral? ¿Ocio y consumo material siguen yendo de la mano? La prosperidad es un concepto que hemos asociado en nuestra sociedad al aumento de la renta per cápita y, en consecuencia, al consumo. Su medidor histórico ha sido el crecimiento del PIB y el poder adquisitivo vinculado al consumismo acumulativo. Pero, ¿cómo podemos concebir la prosperidad en el contexto de la sostenibilidad? ¿Es posible una prosperidad sostenible que atienda a la responsabilidad medioambiental y a la igualdad y justicia social de todos los habitantes del planeta?

La importancia de redefinir la prosperidad

En Walden, emblemática obra trascendentalista de Henry David Thoreau, el autor narra sus experiencias en intensa comunión con la naturaleza. En todo su proceso, subyace la idea de que otra perspectiva es posible para la relación del ser humano con su entorno y consigo mismo. Y cuestiona constantemente la cultura del éxito, el estatus y el materialismo: lo cual es especialmente impactante si tenemos en cuenta que Thoreau nació en 1817 y su ensayo fue publicado en 1854.

En uno de los inspiradores fragmentos de Walden, el filósofo y poeta estadounidense escribe: “Si construye castillos en el aire, su obra no se perderá: ahí están bien edificados. Que tan sólo ponga ahora los cimientos bajo esos castillos”. Y es que, efectivamente, el primer y más importante trabajo que debemos realizar ante el reto de la sostenibilidad consiste en ‘repensar’ aquellos conceptos que dábamos por sentado. Cuestionarnos de dónde venimos es lo que dará perspectiva a la pregunta de hacia dónde nos dirigimos.

sostenibilidad también es redefinir la prosperidad“Sabemos que el consumo cada vez mayor, especialmente de la variedad tradicional, intensivo en materiales, simplemente no es sostenible a largo plazo. Por lo tanto, la única manera en que la prosperidad pueda ser sostenible es redefiniendo la prosperidad misma.” Así remarcaba Ed Groark, presidente del Worldwatch Institute y una de las 30 voces que construyen nuestra publicación 30 Visiones de la Sostenibilidad, la importancia de redefinir los conceptos y los indicadores que hasta ahora hemos conocido.

Respecto a cómo puede enfocarse esa redefinición, añadía: “La prosperidad sostenible se refiere a avances en la calidad de vida y en las oportunidades, y no tanto en los avances materiales (especialmente en los países ricos, que ya están saturados de bienes materiales). Satisfacer las necesidades básicas, disfrutar de la seguridad en el trabajo, tener amplias oportunidades de crecimiento y enriquecimiento personal y dedicar tiempo a desarrollar las relaciones con la familia y los amigos son la cara de la prosperidad sostenible.”

¿Qué es la prosperidad sostenible?

La frenética dinámica que solamente atiende al concepto clásico de “crecimiento” económico, consumo descontrolado y aumento del poder adquisitivo parece obviar otros pilares imprescindibles para el bienestar humano. Y es precisamente en ese deseo de humanizar el “bienestar” donde muchos autores, instituciones y empresas, desde el sector privado y público, están poniendo el foco.

La concepción de prosperidad establecida que hemos conocido en nuestra sociedad parece olvidarse del “contrato” que debemos establecer con el desarrollo sostenible. Una dinámica obsesionada con el crecimiento, por el mero hecho del crecimiento per se, puede alcanzar dimensiones nefastas para los recursos naturales, la igualdad social, nuestra salud, nuestro bienestar y la calidad de vida de los habitantes del planeta. De modo que, el viraje hacia una prosperidad sostenible, es más que necesario si queremos alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados a nivel internacional. ¿Qué debería significar la prosperidad en términos de desarrollo sostenible?

Tim Jackson, profesor de desarrollo sostenible en la Universidad de Surrey (UK) y director del Centro para la Comprensión de la Prosperidad Sostenible (Centre for the Understanding of Sustainable Prosperity, CUSP) lleva más de una década redefiniendo el concepto de prosperidad. Jackson es el autor del exitoso libro Prosperidad sin crecimiento (Prosperity Without Growth), cuya primera edición data de 2009 (la más reciente es de 2017). El libro surgió precisamente a partir de un informe que redactó cuando era comisionado de economía dentro de la Comisión para el Desarrollo Sostenible del gobierno británico. En este ensayo, parte de un análisis de las intersecciones que se establecen entre crecimiento económico, crisis medioambiental y recesión.

sostenibilidad también es redefinir la prosperidad“La idea de un no crecimiento económico debe ser el anatema de un economista. Pero la idea de una economía en constante crecimiento es el anatema de un ecologista”, comenta Jackson. ¿Dónde están los límites del crecimiento para alcanzar una prosperidad realmente sostenible? Una sociedad no puede considerarse próspera si los individuos que la conforman carecen de una cobertura de servicios básica: alimentación, salud, acceso a una educación de calidad, seguridad, etc. Pero tampoco lo será si descuida todo aquello que supone un enriquecimiento de las áreas intelectuales, sociales y psicológicas. La prosperidad a largo plazo solamente podrá ser sostenible y atender a todas estas cuestiones sin separase de un firme compromiso con un reducido impacto medioambiental, el respeto de los recursos naturales y una economía baja en carbono.

¿Crees que es necesario redefinir la prosperidad? ¿Qué medidas adoptas en tu día a día para lograr una prosperidad sostenible a largo plazo? Únete a nuestro #ManifiestoSostenible y cuéntanos qué pasos estás dando para construir un futuro en armonía con los recursos del planeta y el bienestar de sus habitantes.