Cuando hablamos de aislamiento acústico, normalmente siempre nos referimos al hecho de evitar que el ruido que se produce en una sala se transmita a la de al lado. Pero tan importante como esto, sobre todo en locales de gran afluencia, es controlar que ese mismo  ruido no produzca ecos o reverberaciones  y genere una sensación molesta al usuario.

En líneas generales y simplificando, este problema surge cuando el volumen del local es grande y las superficies de sus paredes, suelo y techo son lisas y no absorbentes. El ruido rebota en todas las superficies, superponiéndose  las ondas sonoras entre ellas. Esto amplifica el sonido produciendo ruidos molestos y genera ecos que dificultan la comprensión auditiva.

Para evitar esta situación se deben colocar elementos absorbentes que corrijan el efecto rebote. Lo más sencillo es aprovechar el techo suspendido,  ya que con un buen diseño se puede conseguir romper la onda de sonido y con un buen material  se puede absorber gran parte del ruido.

Para ello Knauf cuenta con dos grandes lineas de producto:

Sistemas con un nivel de absorción elevado que nos resolverán la mayoría de los casos por si solos.

En siguientes artículos hablaremos en detalle de ellos. Hoy vamos a dar una orientación muy sencilla de cómo hacer un cálculo previo, del nivel de absorción que necesitaremos para poder elegir el producto adecuado,  y cubrir así las necesidades de confort acústico de la sala.

Según el Código Técnico DB HR Protección frente al ruido, en su punto 2.2. dice:

Valores límite de tiempo de reverberación

En conjunto los elementos constructivos, acabados superficiales y revestimientos que delimitan un aula o una sala de conferencias, un comedor y un restaurante, tendrán la absorción acústica suficiente de tal manera que:

  1. El tiempo de reverberación en aulas y salas de conferencias vacías (sin ocupación y sin mobiliario), cuyo volumen sea menor que 350 m3 , no será mayor que 0,7 s.
  2. El tiempo de reverberación en aulas y en salas de conferencias vacías, pero incluyendo el total de las butacas, cuyo volumen sea menor que 350 m3 , no será mayor que 0,5 s.
  3. El tiempo de reverberación en restaurantes y comedores vacíos no será mayor que 0,9 s.

Vamos entonces a realizar un pequeño cálculo. El tiempo de reverberación de un recinto se calcula mediante la expresión de Sabine:

 Fórmula de Sabine

Considerando:

V = volumen del recinto

TR= tiempo de reverberación.

A = Absorción acústica de la sala, que se calcula sumando la absorción de cada una de los paramentos que componen el recinto, más la absorción acústica media equivalente de cada objeto absorbente de la sala.

A = Aparedes + Asuelo + Atecho

  • = α . S
    • α= coeficiente de absorción del material
    • S= superficie del paramento donde se coloca.

Como vamos a hacer un primer tanteo, vamos a suponer el caso más desfavorable, que sería con  la sala vacia y  absorción nula en las paredes y suelos, por lo que:

A= Aparedes+Asuelo+Atecho = 0 + 0 + Atecho =  α(techo) . Stecho

Tomemos como referencia una cafetería con una superficie de 56 m2 y una altura de suelo a forjado de 3,6 m. Decidimos colocar el techo suspendido a una altura de 3,20. Por lo tanto su volumen será de 179,2 m3.

Datos:

Stecho= 56 m2

V= 179,2 m3

TR = 0.9 (según norma, punto 2.2)

cálculo de Sabine

Por lo tanto α = 0,57

Con este dato como valor mínimo, podemos elegir un modelo de placa, que colocada en el 100% de la superficie del techo, nos eliminará nuestro problema en el peor de los casos posibles.

Por ejemplo la Cleaneo Rectilinea 8/18 R, que con un plenum de 400 mm da un α=0.6.

Cleaneo Rectilinea 8/18 R

También podremos resolverlo, como habíamos apuntado, con un modelo de la gama Fibralith

Fibralith

Por otro lado,  podemos hacer la simulación  teniendo como dato el coeficiente de absorción del producto y comprobando cuantos m2 de techo necesitaríamos colocar. Tomando el mismo caso, si queremos instalar un techo Fibralith con un α = 0,95:

cálculo Sabine techo Fibralith

Tendremos que la S, superficie del techo mínima que debemos colocar, será de 33,74 m2 del total de los 56 m2 originales.

Estos cálculos no son más que una línea de aproximación para hacernos una idea de lo que podemos necesitar. Cualquier caso más complejo debe ser estudiado por un técnico competente.