Como ya sabemos, solamente la edificación es responsable del 40% del consumo total de energía en la región europea. Asimismo, se calcula que alrededor del 35% de las emisiones de CO2 a la atmósfera proceden de actividades relacionadas con la construcción. Es por ello que reinterpretar la arquitectura, el urbanismo y la construcción es esencial en términos de desarrollo sostenible.

¿Qué podemos considerar realmente como “materiales sostenibles” en la construcción? ¿Cuáles son las tendencias más destacables de los elementos elegidos por la arquitectura sostenible? A continuación, os mostramos algunas de las claves para entender el devenir de este sector en su nexo con la sostenibilidad.

Características de los materiales de construcción sostenibles

El empleo de materiales de construcción sostenibles es un paso fundamental para desarrollar una arquitectura comprometida con la sostenibilidad. Hablamos de materiales que atienden a la lógica de la economía circular: respetando y entendiendo el ciclo de vida de los edificios, la calidad del aire y el equilibrio con el medio ambiente y sus recursos naturales.

¿A qué tipo de criterios o características deben atender los materiales de construcción sostenible? Algunos de los conceptos clave son:

  • Tener en cuenta los procesos de reconstrucción y demolición en la propia concepción inicial de los diseños. Europa es responsable actualmente de producir 460 millones de toneladas anuales de residuos procedentes de la construcción y la demolición. Para reducir drásticamente estas cifras hay que pensar en criterios de eco-diseño y estrategias sostenibles.
  • Materiales de nula emisión de gases tóxicos que respeten la calidad del aire interno de los edificios y la atmósfera; sin halógenos ni metales pesados, que rechacen propagación de llamas.
  • Incidir en la importancia del reciclaje y en la superación de la concepción lineal de la fabricación: materiales reciclados y reciclables.
  • La cercanía de los productos implicará menores gastos de transporte y, obviamente, se reducirá el impacto ambiental de éste.
  • El rechazo de maderas procedentes de cultivos o ámbitos no sostenibles.
  • Utilizar pintura de base acuosa, transpirable y con sello medioambiental; la cual pueda garantizar su compromiso con el desarrollo sostenible.
  • Fomentar el uso de materiales reciclados y orgánicos de baja volatilidad. Así como la apuesta por materiales de aislamiento compuestos por fibras naturales.
  • Buscar siempre un equilibrio. La construcción sostenible ha de observar con cautela las características intrínsecas de los materiales, el diseño, los métodos de fabricación y la instalación. Solamente bajo una perspectiva holística de la sostenibilidad se cumplirán los objetivos. Por ejemplo, algunos materiales pueden suponer en apariencia un gasto energético más elevado, pero su reciclaje posterior es mucho más simple: de modo que si el gasto de energía en la reutilización posterior es menor, esto se compensa.

Materiales sostenibles en la arquitectura del presente y del futuro

En líneas generales, como podemos deducir de la explicación de los puntos anteriores, los materiales aplicados a la construcción sostenible suelen ser duraderos, no requieren un gran mantenimiento que consuma muchos recursos y tienen grabado en su ADN las “tres R” de la economía circular: reutilizable, reciclable, recuperable.

Por ello, este tipo de materiales prestan especial atención a su consumo y gasto energético (en sus procesos de producción y reciclado); al respeto por los recursos naturales; al impacto sobre los ecosistemas y la naturaleza; al máximo control de sus posibles emisiones y tienen un comportamiento ejemplar como residuo aprovechable.

La arquitecta Anupama Kundoo, por ejemplo, revaloriza los materiales naturales como la piedra y la madera: “Pueden transformarse sin necesidad de grandes cantidades de consumo energético en materiales elaborados y estandarizados, que pueden pedirse en las fábricas. Además, los materiales naturales de origen local reducen significativamente la energía para su transporte y pueden conseguir cierto equilibrio en comparación con el impacto ambiental que causan en el territorio las canteras industriales.”

El yeso como material de construcción sostenible

Un material muy interesante en este sentido es el yeso. Los productos de yeso y los sistemas relacionados han supuesto una innovación beneficiosa para el sector de la construcción. Son respetuosos con el medio ambiente, energéticamente eficientes y sostenibles.

Como ya hemos mencionado, para rescatar materiales de construcción en el contexto de la economía circular existen tres opciones: reutilizarlos, recuperarlos en el proceso de la industria por tiempo indefinido o reintroducirlos en la naturaleza de forma segura. Y para el yeso son válidas las tres opciones.

Asimismo, se trata de un material resistente, flexible y adaptable. Actualmente puede aplicarse para mejorar la resistencia térmica, el aislamiento acústico y la eficiencia energética de los edificios. Los sistemas de placas de yeso contribuyen con la buena calidad del aire y mantienen una baja huella de carbono.

Por último, es muy significativo destacar la función del yeso como compost. Se trata de una fuente moderadamente soluble de dos nutrientes esenciales para las plantas: el calcio y el azufre. Aplicado en el suelo, mejora sus propiedades, al tiempo que favorece el crecimiento de las plantas.

La industrialización y los materiales prefabricados: claves de la edificación sostenible

La industrialización está marcando toda una tendencia en la construcción. Esto se debe, principalmente, a la necesidad de concebir sistemas más ligeros y versátiles, que contribuyan con la reducción significativa del tiempo y los costes; así como con un reducido impacto de la huella ecológica en todo su proceso.

Conseguir edificios más sostenibles, eficientes y saludables es, sin lugar a dudas, uno de los grandes retos de la construcción contemporánea. Si solamente atendemos a la propia limitación de los recursos naturales, ya observamos cómo la necesidad de materiales inteligentes, versátiles y medioambientalmente seguros es ineludible. Y su protagonismo es cada vez más evidente.