El 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua bajo el lema “No dejar a nadie atrás”. Y la ONU, entre otras instituciones y agentes afines, se encarga de recordarnos que los recursos hídricos son uno de los elementos esenciales en términos de desarrollo sostenible. La gestión del agua tiene un papel esencial y es un elemento sumamente influyente en cuestiones tan significativas en torno a la sostenibilidad como la pobreza, la paz y la justicia social, la salud y los recursos medioambientales.

El agua es un elemento vital en la industria, la agricultura y en la cotidianeidad de nuestra existencia. Tendemos a pensar que las medidas para afrontar su uso sostenible se refieren al ahorro en nuestros hogares. Pero, ¿sabías que este consumo implica solamente alrededor del 4% en términos globales? ¿De dónde procede el consumo restante y qué podemos hacer para fomentar su uso eficiente y responsable?

Somos agua: la situación de los recursos hídricos y la sostenibilidad

Aunque podríamos pensar que con la cantidad de agua dulce que hay en nuestro planeta contamos con los recursos suficientes para abastecer a toda la población mundial, los desequilibrios en el reparto del agua potable, su racionamiento, su contaminación e, incluso, su empleo como arma de guerra contra la población civil, nos alejan de esa realidad.

Según datos recogidos por las propias Naciones Unidas, alrededor de 2,1 millones de personas viven sin agua potable en sus casas; 68,5 millones se han visto forzadas a dejar sus hogares por problemas para acceder al abastecimiento de este recurso y unos 4.000 millones (casi dos tercios del total de la población mundial) sufren de escasez grave de agua, al menos, durante un mes al año. Si las dinámicas no cambian, se estiman proyecciones nada halagüeñas.

Informe: "No dejar a nadie atrás"Recientemente ha salido a la luz el Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2019: “No dejar a nadie atrás”. Durante su presentación en Ginebra (Suiza) en la 40 Sesión del Consejo de Derechos Humanos, Gilbert F. Houngbo (Presidente de Un-Water y el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola) destacaba lo siguiente:

“Los números hablan por sí mismos. Como muestra el informe, si la degradación del medio ambiente natural y la presión insostenible sobre los recursos hídricos mundiales continúan manteniéndose en las tasas actuales, el 45% del PIB mundial y el 40% de la producción mundial de cereales estarán en riesgo en 2050. Las poblaciones más pobres y desfavorecidas se verán afectadas de forma desproporcionada, incrementándose aún más las desigualdades existentes (…). El Informe 2019 evidencia la necesidad de adaptar nuestras aproximaciones, tanto a nivel de políticas como en la práctica, para abordar las causas de la exclusión y la desigualdad”.

Precisamente, uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados para el 2030 es contundente en este sentido: lograr “agua limpia y saneamiento” a nivel global. Mediante metas específicas: conseguir el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible para todos; lograr el acceso a servicios de saneamiento e higiene adecuados, prestando especial atención a las necesidades de las mujeres y las niñas y las personas en situaciones de vulnerabilidad; mejorar la calidad del agua reduciendo la contaminación, eliminando el vertimiento y minimizando la emisión de productos químicos y materiales peligrosos; aumentar considerablemente el uso eficiente de los recursos hídricos en todos los sectores y asegurar la sostenibilidad de la extracción y el abastecimiento de agua dulce; proteger y restablecer los ecosistemas relacionados con el agua, etc.

La “huella hídrica”: tomar conciencia del impacto sobre el agua como recurso

Arjen Hoekstra es profesor de gestión del agua en la Universidad de Twente (Países Bajos) y creador del concepto “huella hídrica” (water footprint). Ha dirigido numerosos proyectos de investigación interdisciplinarios y se ha convertido en asesor de organizaciones gubernamentales y civiles, empresas e instituciones como la UNESCO y el Banco Mundial. Su perspectiva fue una de las recogidas en el libro 30 Visiones de la Sostenibilidad.

El concepto de huella hídrica nos hace partir de una cuestión que invita a una reflexión más profunda, bajo una perspectiva global: ¿Qué cantidad de agua consumimos y contaminamos cada vez que producimos o construimos algo? Resulta llamativo cerciorarnos de que solamente el consumo que hacemos de agua a nivel doméstico supone el 4% de la media global.

Nuestra huella hídrica es mucho más profunda y el prisma es más complejo. “La mayoría del uso de agua está relacionado con la que se utiliza para producir la comida que compramos. Muchos países han externalizado su huella hídrica en gran medida, con lo que se han convertido en dependientes del agua de otros lugares (…). El Reino Unido, por ejemplo, tiene una huella hídrica enorme fuera de su propio territorio (¡el 75% de su huella hídrica total!) y aproximadamente la mitad procede de lugares con índices de consumo de agua insostenibles”, especifica Arjen Hoekstra.

Hoekstra recalca que, según el Foro Económico Mundial, la escasez de agua dulce supone un gran riesgo para la economía global. Puesto que las cadenas de suministro son actualmente tan internacionales, que todos estamos implicados. “Por lo tanto – insiste Hoekstra – los gobiernos deberían regular mejor el uso del agua para evitar la sobreexplotación, las empresas deberían invertir en sus operaciones y cadenas de suministro para reducir el uso del agua, los inversores deberían incluir la sostenibilidad hídrica en sus decisiones de inversión y los consumidores podrían repensar su modelo de consumo.”

Sobre este último punto, y en relación sobre la toma de conciencia ante el consumo y la contaminación del agua y las posibles medidas que pueden llevarse a cabo en el día a día respecto a nuestro entorno más inmediato, señala un dato importante: “(…) reducir el consumo de carnes y lácteos sería de gran ayuda para reducir el uso de agua global, ya que aproximadamente un tercio del consumo de agua mundial está relacionado con la elaboración de productos animales”.

La necesidad de una gestión sostenible de los recursos hídricos

Día mundial del aguaLa gestión eficiente del agua y del saneamiento, que dé respuesta universal a todos los habitantes del planeta, es fundamental para garantizar el reto del desarrollo sostenible. Más del 80% de las aguas residuales resultantes de la actividad humana se vierte en los ríos o en el mar sin ningún tratamiento.

Una de las consecuencias más perniciosas de esta contaminación es el surgimiento de enfermedades con alta tasa de mortalidad en poblaciones vulnerables: más de 2 millones de personas fallecen cada año en el mundo a causa de enfermedades vinculadas a la falta de higiene, la insalubridad y la contaminación del agua. Los niños son el sector más afectado.

Una gestión sostenible de nuestros recursos hídricos implica contribuir positivamente con el equilibrio del resto de elementos de la cadena: la producción de alimentos, la eficiencia energética, el trabajo decente y la prosperidad en el sentido más amplio de este concepto. La preservación de los ecosistemas acuáticos y la diversidad biológica es un elemento esencial para construir un futuro sostenible que acoja a todos los habitantes del planeta.

Knauf y el compromiso medioambiental

Knauf trabaja constantemente en la reducción del impacto ambiental de sus productos. Desde la propia concepción de sus soluciones, entre las cuales podemos encontrar certificaciones como LEED, BREEAM y VERDE. O el sistema AQUAPANEL® con certificado Passive House; el primer sistema completo de fachada que cumple con este estándar tan exigente. Los sistemas con placas de yeso laminado de Knauf mantienen un bajo impacto ambiental a lo largo de todo su ciclo de vida.

Las aguas residuales generadas en los centros de producción de Knauf son recogidas y tratadas convenientemente. En su centro de Escúzar los vertidos son tratados mediante una depuradora ecológica. Todas las fuentes de generación de residuos están identificadas, lo que facilita su gestión integral.

¿Qué tipo de medidas adoptas en tu día a día para contribuir con el impacto más sostenible posible de tu “huella hídrica”? ¿Cuáles son tus reflexiones sobre el uso eficiente del agua y la reducción de la contaminación de este recurso? ¡Cuéntanos tus impresiones y únete a nuestro #ManifiestoSostenible! Cada vez somos más los que queremos que el desarrollo sostenible sea una realidad del presente y no un reto del futuro lejano.