Este 22 de abril se cumplen 10 años desde que la ONU declarara oficialmente esta fecha como Día Internacional de la Madre Tierra. Sin embargo, esta celebración se ha estado llevando a cabo en numerosos países del mundo desde 1970, cuando el Día de la Tierra fue proclamado por el político norteamericano Gaylord Nelson.

¿Qué significado tiene este día? ¿Qué tipo de iniciativas se llevan a cabo para conmemorarlo? ¿Qué está en nuestras manos para contribuir con el cuidado y la protección de la Madre Tierra?

Las preocupaciones originales que dieron lugar al Día de la Tierra: el nacimiento del ecologismo contemporáneo

Gaylord Nelson fue elegido senador del partido demócrata por el Estado de Wisconsin en 1948. Una década más tarde se convertiría en gobernador de este mismo Estado. Llegó a ser senador de Estados Unidos desde 1963 hasta 1981.

Nelson es recordado, precisamente, por ser un gran amante de la naturaleza y un defensor del medioambiente. En 1963 acompañó al presidente John F. Kennedy en el llamado “tour de la conservación (medioambiental)” (conservation tour).

De hecho, se guardan varias cartas en las que el senador Nelson insta al presidente Kennedy a involucrarse y tomar acciones determinantes en la defensa del medioambiente. En ellas se incluyen bellas citas de escritores relacionados con la preservación de la naturaleza tales como el silvicultor, ecólogo y ambientalista Aldo Leopold o el historiador, ambientalista y novelista Wallace Stegner.

Gaylor Nelson se ganó el sobrenombre de “gobernador de la conservación (medioambiental)” (the Conservation Governor) al liderar numerosas reformas populares en Wisconsin que se centraban en la protección de la vida natural: la limpieza de los canales, la creación de empleos verdes y la creación de infraestructuras respetuosas con el medio ambiente. Sin embargo, desde su nombramiento como senador estadounidense, tardó casi una década en llamar la atención de los legisladores norteamericanos hacia la urgencia de la agenda medioambiental.

Contó con un fuerte apoyo popular, puesto que la sociedad norteamericana del momento compartía sus preocupaciones ante la crisis medioambiental de la época y estaba cada vez más involucrada en temas relacionados con la sostenibilidad y la convivencia del ser humano en el medio natural.

Algunos de los temas candentes en aquel momento que desasosegaban a los americanos de la época tenían que ver con el esmog o niebla tóxica, el abuso de los pesticidas o la polución del agua. En 1969 un desastre natural sacudió las conciencias de muchos: el gran vertido de petróleo de Santa Bárbara, en California, debido a la perforación que realizaba la Union Oil en el Canal.

Un hito de proporciones catastróficas para la diversidad de aquellos ecosistemas, que supuso un auténtico punto de inflexión en las políticas ecológicas y medioambientales de Estados Unidos, cuya influencia perdura hasta hoy en día. De hecho, se considera el antecedente inmediato y precursor de la proclamación en 1970 del Día de la Tierra y de la entrada en vigor ese mismo año de la NEPA, la Ley de Política Ambiental Nacional (The National Environmental Policy Act).

La proclamación del Día Internacional de la Madre Tierra por la ONU

En el año 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió dar un impulso mayor a esta significativa celebración y aprobó por resolución el reconocimiento del 22 de abril como Día Internacional de la Madre Tierra.

Reconociendo así “que Madre Tierra es una expresión común utilizada para referirse al planeta Tierra en diversos países y regiones, lo que demuestra la interdependencia existente entre los seres humanos, las demás especies vivas y el planeta que todos habitamos.”

De esta forma, y tal como se observa en la citada resolución, se hace hincapié en el reconocimiento de la Tierra y sus ecosistemas como “nuestro hogar” y en la necesidad de “promover la armonía con la naturaleza y la Tierra” para “alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras”.

Mantener la “armonía con la naturaleza”: UN Harmony with Nature

En ese mismo año 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobaba la primera resolución denominada “Armonía con la naturaleza”. A partir de ese momento, y en comunión con el Día Internacional de la Madre Tierra, surgieron las primeras iniciativas y la plataforma Harmony with Nature. Una iniciativa integral que forma parte de la división de la ONU dedicada específicamente a Desarrollo Sostenible.

La pérdida de la biodiversidad, la desertificación, el cambio climático y la alteración de los ciclos naturales son parte del precio que ha pagado la Tierra por las negligencias del ser humano y la falta de concienciación ante la preservación de los diferentes ecosistemas.

Tal y como señala Harmony with Nature: “Desde la revolución industrial la naturaleza ha sido tratada como un producto que existe en gran medida para el beneficio de los seres humanos, y los problemas ambientales se han considerado que eran solucionables gracias a la tecnología. Pero para satisfacer las necesidades básicas de una población en crecimiento dentro de los límites de los recursos finitos de la Tierra, es necesario diseñar un modelo más sostenible para la producción, el consumo y la economía como un conjunto”.

En definitiva, “la concepción de un nuevo mundo requerirá de una nueva forma de relacionarnos con la Tierra y con la propia existencia de la humanidad”.

Asimismo, este mismo 22 de abril se celebra el “Noveno Diálogo Interactivo de la Asamblea General sobre la Armonía con la Naturaleza”, bajo el título “El enfoque de la Madre Tierra en la implementación de la educación y del cambio climático”. Con gran presencia de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Earth Day Network y su lema de 2019: Proteger nuestras especies (Protect Our Species)

El año que viene se cumplirán 50 años del inicio de las campañas de concienciación sobre el Día de la Tierra. La misión de la llamada Earth Day Network, como uno de los máximos representantes internacionales de este tipo de iniciativas, es diversificar y seguir generando concienciación a nivel global sobre la necesidad indiscutible de caminar al encuentro del desarrollo sostenible. Actualmente, esta “red” cuenta con más de 50.000 colaboradores y socios en 196 países.

El lema de este 2019 es “Proteger nuestras especies” (Protect Our Species), poniendo énfasis en la necesidad de luchar por la preservación de los ecosistemas de la Tierra y sus seres vivos, los cuales tienen un valor incalculable para el equilibrio del planeta.

No está todo perdido. Pero las acciones tienen que llevarse a cabo de inmediato. La tasa de extinciones puede reducirse y muchas de las especies amenazadas y en peligro de extinción aún pueden recuperarse. Para ello, hemos de trabajar juntos a la hora de construir un futuro verdaderamente sostenible. Nuestro papel como consumidores, productores, distribuidores, creadores, educadores, líderes o científicos es fundamental.

Entre los principales objetivos que se persiguen bajo el lema “Proteger nuestras especies” cabe destacar:

  • Educar y concienciar sobre la aceleración en la tasa de extinción de millones de especies y las causas y consecuencias de este fenómeno.
  • Conseguir logros importantes en la adopción de normativas que protejan a amplios grupos de especies, así como a especies individuales y sus hábitats.
  • Construir y activar un movimiento global que abrace la naturaleza y sus valores.
  • Fomentar acciones individuales como detener el uso de pesticidas y herbicidas cuya toxicidad pueda degradar los ecosistemas terrestres hasta límites irrecuperables.

Knauf y el compromiso con el cuidado y la protección de la Madre Tierra

El compromiso de Knauf con la sostenibilidad se manifiesta no solamente en el desarrollo de sistemas de construcción innovadores que permitan la consecución de certificaciones como LEED, BREEAM y VERDE. Sino también en algo tan significativo para el equilibrio medioambiental y la armonía con la naturaleza como prestar rigurosa atención a todo el ciclo de vida de nuestros productos.

Conceptos como “ciclo de vida” y DAP (Declaraciones Ambientales de Producto) proponen visualizar de una manera general los diferentes impactos ambientales que puedan existir en las distintas etapas por las que pasan los productos, procesos o actividades de nuestra sociedad. La aplicación de estos conceptos facilita la tarea de evaluar la huella ecológica asociada a los productos y actividades, además de ayudar a identificar cuáles son sus etapas más problemáticas desde el punto de vista ambiental.