¿Cómo sentimos el confort acústico en ROOM FOR EXPRESSION 2019?
Mesa redonda 1: Arquitectura, acústica y diseño: espacios para crear

En la jornada de apertura del evento internacional ROOM FOR EXPRESSION, Javier Martín Ramiro, director general de Arquitectura, Vivienda y Suelo del Ministerio de Fomento, destacó cómo el discurso de la sostenibilidad estaba totalmente integrado en el ADN de Knauf.

Precisamente en el caso que nos ocupa por sacar a la luz un debate, tan vivo, sobre confort acústico. Y plantearlo desde una perspectiva multidisciplinar. Teniendo muy presente, para ello, la experiencia y las sensaciones de los clientes y los usuarios finales. Esto es: la sociedad en su conjunto.

Javier Martín Ramiro, director general de Arquitectura, Vivienda y Suelo del Ministerio de Fomento

Javier Martín Ramiro, director general de Arquitectura, Vivienda y Suelo del Ministerio de Fomento

Antes de dar comienzo el primer debate, Pablo Maroto, director de marketing de Knauf, realizó una breve introducción sobre el concepto ROOM FOR EXPRESSION. Para ello, parafraseó al arquitecto finlandés Juhani Pallasmaa: “los edificios no reaccionan a las miradas, pero sí nos devuelven los sonidos al oído”.

Prosiguió enfocando la arquitectura desde esa perspectiva orgánica, señalando que ROOM FOR EXPRESSION parte de la necesidad de “crear espacios cautivadores”, y ser capaces de transmitir esa experiencia. La “búsqueda de sinergias” y la “transmisión de conocimiento” son otros de los pilares de esta iniciativa. Y, sin lugar a dudas, también de la filosofía de Knauf.

Pablo Maroto

Pablo Maroto, director de marketing de Knauf

¿En qué puntos coinciden arquitectura, acústica y diseño? ¿Cómo se crea y se percibe la acústica de los lugares que habitamos, en los que trabajamos y en aquellos que nos permiten explorar nuevas manifestaciones artísticas?

En este sentido, Pablo Maroto dio paso al comienzo de la primera mesa de debate. No sin antes hacer referencia a la capacidad del arquitecto para “crear, embellecer y aportar funcionalidad”; mientras que el consultor acústico otorga al edificio sus “cuerdas vocales” y, finalmente, el artista “le hace hablar” y consigue que seamos partícipes de la expresividad de ese espacio.

¿Puede ser la acústica “creativa”, “científica”, “pragmática” y “emocional”?

En la primera mesa de ROOM FOR EXPRESSION se dieron cita: Emilio Tuñón, arquitecto y catedrático en la ETSAM; Teresa Sapey, arquitecta y profesora en la Universidad Politécnica de Madrid; Higini Arau, Doctor en Ciencias Físicas en la especialidad de acústica arquitectónica y consultor acústico; y Antonio Najarro, bailarín y coreógrafo, actual director del Ballet Nacional de España.

espacios para crear

Mesa redonda 1: Arquitectura, acústica y diseño: espacios para crear

La periodista e historiadora del arte Anatxu Zabalbeascoa, especialista en arquitectura, tras hacer un resumen de los perfiles profesionales de los ponentes, destacó que la “mala acústica” era “tremendamente perceptible”. Y arrancó el debate con las siguientes cuestiones: ¿de qué dependen las recetas para una mejora acústica? ¿Qué entendemos por confort acústico?

Higini Arau aportó la perspectiva más “científica” a la ecuación, resaltando la importancia de no perder de vista la funcionalidad. Señaló que “la buena acústica depende del espacio, del volumen de la sala y del tamaño de la audiencia. Lo primero que hay que saber es el uso de ese espacio.» Por su parte, Tuñón explicó la importancia de los “tiempos de reverberación”, los cuales pueden cambiar enormemente, tal y como anticipaba Arau, en función de los usos que se hagan de dicha sala.

Higini Arau

Higini Arau, Doctor en Ciencias Físicas en la especialidad de acústica arquitectónica y consultor acústico

Tuñón describió la acústica también desde un punto de vista sensorial, retomando, en cierto modo, la metáfora orgánica que introducía Pablo Maroto. “La arquitectura se percibe con cuatro sentidos: la vista, el tacto, el olfato y, sin lugar a dudas, el oído. Todo ello ha de estar muy equilibrado en el espacio.»

También destacó la importancia de acercar la acústica al ámbito “doméstico”. En este aspecto, la intervención de Teresa Sapey transitó por la cotidianeidad y las claves de la acústica en lugares comunes y espacios cercanos al día a día de los usuarios; como puede ser una vivienda, un hotel o parking. Y aportó matizaciones en la percepción de la acústica en estos lugares que conectaban con conceptos como la propia “seguridad” de los usuarios:

«Las habitaciones de los hoteles se cierran como una caja fuerte. En cambio, en un restaurante, ciertos sonidos son necesarios; pueden darte incluso compañía.»

Afirmó también Sapey que, a diferencia de los proyectos más grandes como los auditorios, en proyectos más pequeños “la acústica depende del bolsillo del cliente. Si hay que recortar, siempre se recorta por donde no se ve. La acústica es como la ropa íntima: no la ves pero la necesitas.»

Teresa Sapey

Teresa Sapey, arquitecta y profesora en la Universidad Politécnica de Madrid

Por su parte, Antonio Najarro nos condujo por los caminos de la memoria sensorial acústica, y las connotaciones culturales y emocionales que forman parte de dicho concepto. “La asimilación del sonido depende en gran medida de las costumbres, experiencias vitales y los recuerdos. Si no oyes absolutamente nada detrás del telón antes de salir a actuar no es agradable, necesitas cierta ambientación que acompañe a tu adrenalina.»

También en cierto tono poético, Najarro habló de lo sonoridad de su infancia para ejemplificar cómo la asimilación del sonido depende de las costumbres vitales. Al cambiar su veraneo malagueño por las playas del sur de Francia sintió cierta melancolía hasta que consiguió acostumbrarse: “me faltaba el griterío”.

Tuñón matizó que existen también otros factores como la edad, que influyen mucho en la percepción psicológica del confort acústico. “La gente joven se suele sentir muy atraída por el ruido, el bullicio… Cuando te haces mayor, te vuelves mucho más selectivo. Creo que sería interesante, incluso, trazar un gráfico de cómo evoluciona el nivel de ruido tolerable en cada momento de nuestra vida”.

Cultura, edad, manías, experiencias… ¿tenemos cada uno nuestra propia sensibilidad acústica?

Precisamente esta aproximación subjetiva nos conduce a otro concepto desarrollado por Tuñón, “la acústica creativa”. Muy relacionada con la célebre expresión de John Cage, que no dejó de recorrer el debate y que el mismo Tuñón reformuló de la siguiente forma: “El silencio da miedo. Como diría John Cage: el silencio no existe. Porque el completo silencio ya sabemos todos dónde se encuentra…»

Emilio Tuñón, arquitecto y catedrático en la ETSAM

Emilio Tuñón, arquitecto y catedrático en la ETSAM

Por ello, el confort acústico contiene grandes dosis de creatividad a disposición de los arquitectos y los consultores acústicos. Puesto que no consiste en crear lugares herméticos a las percepciones sonoras. Sino en la generación de espacios con una acústica inolvidable, adaptada a las necesidades, en armonía con su funcionalidad y en equilibrio con la estética visual.

En esta primera mesa, reflexionamos sobre la existencia de espacios cálidos, secos, fríos, metálicos, industriales o suaves… “La acústica creativa es un concepto interesantísimo en arquitectura: puede sorprender, envolver, acompañar y crear sensaciones», afirmaba Emilio Tuñón.

Anatxu Zabalbeascoa preguntó a los asistentes por los lugares cuya acústica, en su experiencia, les había resultado más memorable.

Antonio Najarro confesaba que en su carrera jamás había encontrado un lugar “perfecto” para las exigencias acústicas de un espectáculo con las características tan sui generis como las que suele tener el Ballet Nacional de España.

Un tipo de performance en la que están involucrados desde los tacones de los bailaores hasta las texturas de los trajes, las palmas, las guitarras flamencas, las voces e, incluso, una orquesta. Y donde cada detalle es altamente significativo: “El sonido es para nosotros el 50% de un espectáculo. Un mal sonido puede ser la ruina total de una representación.”

Antonio Najarro, bailarín y coreógrafo

Antonio Najarro, bailarín y coreógrafo

Curiosamente, sus mejores experiencias habían sucedido en espacios abiertos (como por ejemplo el teatro romano de Mérida), donde su equipo había necesitado hacer menos correcciones acústicas.

La complejidad de este tipo de representaciones hace que la acústica electrónica sea más que necesaria en la mayoría de los auditorios o teatros del mundo. Sin embargo, hay espacios con una acústica digna de mención desde su perspectiva, como El Liceo de Barcelona (tras su reconstrucción después del incendio de 1994).

¿Es la acústica un bien de lujo?

Zabalbeascoa abrió la ronda de preguntas con esta cuestión introductoria. Los ponentes coincidieron en que, como es evidente, no todos los espacios tienen los mismos condicionantes acústicos, de igual forma que tampoco se destinan a los mismos usos.

La acústica depende de la adecuación al volumen. De la absorción que la cantidad de personas que ocupen las butacas de un auditorio consigan, por ejemplo. Lo cual nos recordaba Arau, añadiendo que “la evolución de la acústica ha estado muy relacionada con la propia evolución de la ciencia y de los materiales. Se van buscando soluciones cada vez más industrializadas”.

En este sentido, tanto Sapey como Tuñón coincidían también en que, en definitiva, “no es tan caro hacer las cosas bien”: con una planificación profesional y unas soluciones de calidad y rendimiento excelentes.

La normativa y la concienciación de los usuarios es un punto significativo, y no siempre van a la par en España, como se pudo confirmar en este primer debate, tanto por parte de los ponentes como a través de las intervenciones de varios asistentes. El Código Técnico sigue estableciendo una norma que resulta excesivamente laxa y que está lejos de conseguir “un buen grado de confort acústico”.

Por otro lado, la propia absorción acústica es uno de los parámetros olvidados a nivel de exigencias normativas. Como confirmó una de las intervenciones del público: “Las multas por aislamiento acústico deficiente y exceso de ruido funcionan para espacios colindantes con pública concurrencia y vivienda, pero no se sanciona la falta de un saludable grado de confort a través de la reducción de los tiempos de reverberación, por ejemplo”.

También se llegó a la conclusión de que la consecución de un buen confort acústico no tiene porqué implicar un despilfarro presupuestario ni la necesidad de embarcarnos en una obra de remodelación titánica. Existen soluciones para mejorar la acústica de lugares cotidianos, como restaurantes, hoteles, salas de reuniones, etc., sin necesidad de cambiar un techo completo.

¿Quieres saber más sobre el universo de ROOM FOR EXPRESSION? No te pierdas en este enlace las conclusiones de nuestra segunda mesa; Arquitectura, acústica y diseño: espacios para emocionar.